Soundless
Original. Para la tabla de Personas Indeseables.

Tomé mi dibujo, me aguante las lágrimas y salí caminando lo más tranquilamente de la habitación, disimulando lo mejor posible mi enojo. Llegué a mi habitación, no cerré la puerta de un portazo, si no más bien sólo le di un leve empujón, logrando que apenas se cerrara lo suficiente como para no verme.

Me senté en la cama, cruce las piernas, tomé una almohada y la abracé fuertemente mientras una lágrima caí solitaria por mi mejilla. Yo no debía sentirme así, no debía odiar a mi mamá, mucho menos a mi hermana y mi padre. Podría ser que solamente me encontrará en la etapa de la adolescencia en la cual yo sentía que todo el mundo me odiara, y ese era el pensamiento que me hacía evitar el llanto y los gritos.

Pero aun así, no podía evitar sentirme terriblemente sola.

Sabía que mi madre estaba en la habitación continua, posiblemente reclamándose a sí misma por haberme corrido de su habitación. Estaba segura de que mi padre estaría afuera de la casa, hablando con algún vecino. Y que mi hermana estaba sentada en la sala, jugando con su nuevo videojuego. Yo no podía estar sola. Los tenía a ellos, mi familia.

Pero aun así, no podía dejar de temblar.

Respiré profundamente, tratando de calmarme. Sabía que todos esos pensamientos de falsa tristeza se debían solamente a las hormonas. Una mera ilusión de mi mente que se hacía mayor por la etapa de mi vida en la que me encontraba. Por eso, cuando me pasaba todo esto, yo debía sentarme a reflexionar en mi cuarto antes de hacer cualquier cosa.

Pero aun así, seguía triste en esos momentos.

¡Cuánto deseaba que alguien me dijera que estaba a mi lado! No, no era de las niñas enamoradizas que sólo desean un novio para pasarse la vida eternamente felices. Yo sólo pedía un amigo que me dijera que estaba ahí, y que no había razón alguna para sentirme sola. Sólo quería a mi mamá, diciéndome que fuera a ver películas a su lado.

Pero aun así, ella seguía en la habitación continua.

Me recosté sobre la cama, abrazando a mi almohada, mientras me repetía que no debía armar un escándalo. Escuché como mi papá entraba a la casa, suspiraba, y le decía a mi mamá que se dejara de lamentar por mí, que sólo estaba de dramática. Yo intenté no escucharlo, ya que en ese momento sólo quería que él me dijera que me quería.

Yo quería verlos a mi lado. No me importaba lo que me dijeran, lo que me dieran, nada. Sólo quería que estuvieran ahí, y que averiguaran cuanto los necesito. Porque, al mismo tiempo de ser las personas a las que más quería hablarles, poco a poco, se estaban convirtiendo en las que menos quería ver. Y yo no quería eso. No quería querer eso.

Sé que ellas están ahí si las necesito, pero me gustaría que ellas averiguaran que lo hago.

Y aun así, me sentía sola.


Espero que les alla gustado, la, realemente, historia de mi vida ^^U
1 Response
  1. Usa, por algún extraño motivo, esto también ha hecho que me identifique terriblemente u_u

    Me ha pasado algunas veces (no tan exactamente, pero tú entiendes).

    Bueno, en fin, fue hermoso n_n