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Título: Fustración
Fandom: Origial, todo lo escrito es mío y sólo mío.
Género: ¿Muchos xD?
¡Para Retos Ilustrados!
Fandom: Origial, todo lo escrito es mío y sólo mío.
Género: ¿Muchos xD?
¡Para Retos Ilustrados!
Iba a golpearlo. Tenía que golpearlo. Era un maldito egoísta estúpido, ¿por qué no hacerlo? Al fin y al cabo se lo merecía. Me mordí los labios en un intento de contener aquellas palabras de odio que me forzaba a contener. Por más que quisiera hacerlo, sabía que no me perdonaría por gritarle. Apreté el puño, aun más. Contuve las lágrimas de impotencia todo lo que pude, pero una fugitiva resbaló por mi mejilla.
Lo estoy logrando; me dije. Luego el maldito sonrió de lado.
Me acerqué a él lo máximo posible. Tuve que pararme de puntillas para poder ver sus orbes azules. Seguía sonriendo. Me quedé ahí unos momentos, intentando contenerme. Pero su cara de hipocresía lo hacía muy difícil.
Sabía que debía verme como una chiquilla de cinco años armando un berrinche. Pero me berrinche tenía razón de ser. De repente la ventana que estaba aun lado de nosotros se abrió. Genial, la única ventana en toda la maldita oficina y tenía que estar detrás de él. Ahora se veía mucho más sexy que de costumbre, con sus cabellos dorados despeinados.
¿Yo? Dudaba que mi coleta se pudiera mover aunque sea un poco a causa del aire. Y aunque así fuera no me vería mejor, esas películas donde la protagonista se ve hermosa con el aire moviendo su cabello son una farsa. Aunque yo no soy linda, y no estoy arriba de un barco, ni tampoco tengo al chico de mis sueños a un lado mío. Más bien soy la chica de dieciocho años más pequeña de todo el edificio, estoy dentro de una oficina de seis metros cuadrados y tengo frente a mí al estúpido más grande del mundo.
Cuando supe que no podría borrar aquella mueca de su cara, le di la espalda y empecé a guardar mis cosas dentro de mi bolso. No sé si me siguió viendo, y si así fue no me importo. Por el momento todo lo que quería hacer era salir de ahí, y no volverlo a ver nunca más.
¿Quién se creía para decirme eso? Ni la amistad que habíamos creado por doce años podría con ello. Él sabía que yo estaba totalmente enamorada, y no le tomó importancia. Aun así yo quería conservar, al menos, un recuerdo de él. Y no quería recordarlo con un ojo morado.
Terminé de guardar mis cosas. Cuando me di la vuelta, él estaba parado frente a mí.
—Jack, fingiré que nada de esto paso. Eres mi amigo y no quiero perderte. Hoy voy a dormir, tú harás lo mismo. Mañana vendremos al trabajo y tú dirás: “hola, enana”, yo te responderé con un común: “púdrete estúpido”, y todo seguirá su rumbo los próximos días. ¿Entendiste?
Él me miró confuso.
—Pero sólo tienes que decir que sí…
—Jack. —le dije con una mirada de represalia.
—Es la verdad.
—Jack…Por favor. No quiero perderte.
Él suspiró, luego me miró con aquellos hermosos ojos azules.
—¿Me perdonarías, Lanna? —sonaba como si en verdad se sintiera mal. Era la primera vez que lo veía hablar así.
Y por eso era la primera vez que me hacía sentir tan mal.
—No —le dije. Pensaba que me reclamaría, o que al menos se enojaría un poco. Pero él sonrió. –No te rías, es en serio, no te perdono.
—Eso dices ahora. Algún día me dirás que sí.
Le di la espalda nuevamente, luego empecé a caminar hacía la salida, mientras recordaba con precisión las palabras que comenzaron todo esto.
—¿Quieres ser mi novia?
ay^^
me encanto!
Te quedo muy bonito, en verdad que me fascino :))